El pasado lunes 20 de enero de 2025, el presidente Gustavo Petro desató una tormenta política al declarar el estado de conmoción interior en Colombia, una medida excepcional que ha generado una ola de cuestionamientos y profunda inquietud nacional.
Radiografía de una Decisión Controversial
La declaratoria surge en medio de los sangrientos enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC en el Catatumbo, una zona históricamente convulsionada que ha dejado un panorama desolador de muerte y desplazamiento, a la cual el gobierno no ha prestado la atención necesaria para frenar la ola de violencia desatada recientemente, dejando la población civil a merced de los grupos terroristas.
Pulso Político en el Senado
Los senadores han levantado banderas de alerta sobre múltiples aspectos críticos:
- Potencial concentración del poder ejecutivo
- Riesgo de manipulación constitucional
- Opacidad en los mecanismos de control
- Amenaza a las libertades ciudadanas
El Sentir Ciudadano entre el Miedo y la Indignación
La ciudadanía ha manifestado un rechazo contundente. En las calles, plazas y redes sociales, se escuchan voces que denuncian:
- Temor a la restricción de derechos fundamentales
- Desconfianza sobre las verdaderas intenciones presidenciales
- Preocupación por un posible estado de excepción permanente
- Crítica al manejo discrecional de la institucionalidad
Tensión Institucional
La medida representa más que una respuesta a la crisis del Catatumbo; es un síntoma de un estilo de gobierno que tiende a centralizar el poder bajo la premisa de la acción inmediata, pero sin los necesarios contrapesos democráticos.
Escenarios de Incertidumbre
Los analistas políticos advierten sobre varios escenarios potenciales:
- Posible judicialización del decreto
- Desgaste de la imagen presidencial
- Profundización de la polarización nacional
- Riesgo de ingobernabilidad
Conclusión estamos en un peligroso punto de Inflexión
La declaratoria de conmoción interior de Petro marca un momento decisivo en la historia política reciente de Colombia. Más allá de los enfrentamientos en el Catatumbo, lo que está en juego es el delicado equilibrio entre la acción ejecutiva y el respeto a las instituciones democráticas.La ciudadanía observa expectante, con una mezcla de preocupación y esperanza, mientras el país transita por este complejo momento institucional.